En esta pagina encontraras mas información sobre la obra "DEL AMOR Y OTROS DEMONIOS", escrita por Gabriel García Marquez.
Del amor y otros demonios relata la historia de Sierva María de todos los Ángeles, quien ha sufrido grandes calvarios a lo largo de su corta vida. En este proceso narrativo se van describiendo diversos paisajes de Cartagena-Colombia en la época colonial con sus problemas sociales, culturales, ambientales, etc. Luego de que la mordiese un perro rabioso en el mercado, se comienza a creer que la niña había contraído dicha enfermedad, y luego, al recuperarse, quienes la rodean están convencidos de que la pequeña Sierva María está poseída, de esta forma es llevada a un convento por su padre, el marqués de Casalduero y Dueñas, donde es tratada de forma inhumana, y se enamora de Cayetano Delaura, el cura que en teoría tenía que exorcizarla. El amor es mutuo, Cayetano también se halla perdidamente enamorado de Sierva María; pero al enterarse sus superiores de esta situación, el sacerdote es transferido a un leprosario y a Sierva María la someten a diversas torturas para sacar el supuesto "demonio", situación que deriva en la trágica muerte de la niña, aunque en el libro se menciona que "murió de amor". Después de muerta le seguía creciendo el cabello, luego de cientos de años se descubre que el pelo nunca le dejó de crecer, pues éste medía 22 metros y 11 centímetros.
En Cartagena de las Indias, durante la época del virreinato, vivió una joven de cabello rojizo excepcional, que se pensaba estaba poseída por el demonio porque un perro rabioso la había mordido. Sierva María de los Ángeles era su nombre y fue recluida en un convento para curarla con exorcismos, pero entre la locura, la verdad, la posesión demoníaca y la religión, surge un amor frustrado por la cerrazón de la Iglesia y el Santo Oficio, que finalmente culmina en la muerte.
CON ESO FINALIZO MI BLOG ESPERO QUE LES HAYA AGRADADO Y QUE HAYA SIDO ÚTIL PARA USTEDES
PERSONAJES
- Sierva María de todos los Ángeles: Personaje principal. Crece con las tradiciones de los esclavos yoruba a pesar de ser la hija de un marqués. Se comportaba como los esclavos, solía mentir siempre, pasar desapercibida y conocía sus lenguas y tradiciones. Su personalidad es enérgica, atormentada y oscura, pero debajo de esa apariencia de fuerza y demoníaca, existía una niña asustada que deseaba ser feliz y libre.
- Cayetano Alciro del Espiritu Santo Delaura y Escudero : Personaje principal. Sacerdote culto y apasionado por la lectura. Tiene una extraña conexión con Sierva María desde antes de conocerla y pese a su hábito, termina por enamorarse de ella. No obstante, nunca deja de creer en la institución de la Iglesia y en los formalismos, lo cual lo llevan a su ruina y a la de su amada.
- Ygnacio de Alfaro y Dueñas segundo marquez de Casalduero y señor de Darian: Personaje secundario. Padre de Sierva María. Hombre bueno de carácter débil, temeroso y apático.
- Bernarda Cabrera: Personaje secundario. Madre de Sierva María, pero siempre la odió y le temió por su presencia fantasmal. Llevaba vida de crápula. Nunca amó al marqués y se casó con él por interés. Astuta para los negocios de esclavos pero entregada a los vicios.
INTRODUCCIÓN
En Cartagena de las Indias, durante la época del virreinato, vivió una joven de cabello rojizo excepcional, que se pensaba estaba poseída por el demonio porque un perro rabioso la había mordido. Sierva María de los Ángeles era su nombre y fue recluida en un convento para curarla con exorcismos, pero entre la locura, la verdad, la posesión demoníaca y la religión, surge un amor frustrado por la cerrazón de la Iglesia y el Santo Oficio, que finalmente culmina en la muerte.
UN CORTO RESUMEN
El día 7 de diciembre, día de San Ambrosio Obispo, un perro cenizo mordió a cuatro personas que se le atravesaron en el camino. Tres de ellas eran esclavos y la otra era Sierva María de Todos los Ángeles, hija única del marqués de Casalduero, que había ido con una sirvienta mulata al mercado para comprar una ristra de cascabeles para la fiesta de sus doce años. Aquel mismo día llegó un embarque de esclavos que se pensaba venía contaminado de una peste, pero resultó ser producto de un envenenamiento.
Bernarda Cabrera, madre de Sierva María y esposa sin títulos del marqués de Casalduero era una mestiza brava, seductora, rapaz, parrandera y consumía mucha miel fermentada y tabletas de tabaco. Había sido muy astuta en el comercio de esclavos pero ahora, debido a sus excesos, la hacienda donde vivían, estaba en malas condiciones. Anteriormente, la esclava Dominga de Adviento gobernó la casa, crió a Sierva María y era la única con autoridad para mediar entre el marqués y su esposa, pero hace no mucho había fallecido y Sierva María andaba siempre con los esclavos. Para el festejo de su cumpleaños, los esclavos de la casa le pintaron la cara de negro, le colgaron collares de santería y le cuidaban la cabellera rojiza que nunca le habían cortado y se enrollaba con trenzas.
Sierva María tenía el cuerpo escuálido, era tímida, de piel lívida, de ojos azul taciturno y cabello cobrizo, se parecía a su padre y su forma de ser la hacían parecer invisible.
Las esclavas le informaron a Bernarda sobre la mordida del perro dos días después. Ella fue a revisar a su hija y vio la marca cicatrizada en el tobillo y no se preocupó más por el asunto. Al domingo siguiente, la esclava que llevaba a Sierva María aquel día, vio al mismo perro que mordió a la niña muerto por la rabia. Bernarda no se preocupó al respecto, la herida estaba seca y tampoco se lo comentó a su marido.
A principios de enero, Sagunta, una india andariega visitó al marqués para informarle sobre la peste de rabia que había y sobre las personas que sufrían de esta por las mordidas del perro, entre ellas, su hija. Sagunta afirmaba ser la única poseedora de las llaves de San Huberto, patrono de los cazadores y sanador de los rabiados. Como el marqués, quien no se interesaba en ningún asunto del hogar desconocía de la mordida, la despidió sin prestarle atención, pero Bernarda le confirmó el hecho después.
Para el marqués era claro, siempre pensó que amaba a su hija aunque nunca le prestaba atención, pero el miedo al mal de rabia lo obligaba a confesarse que se engañaba a sí mismo por comodidad. En cambio Bernarda tenía plena conciencia de no amarla nada ni de ser correspondida por Sierva María y ambas cosas le parecían justas. Mucho del odio que ambos padres sentían por la niña era por lo que ella tenía del uno y del otro.
Preocupado por el mal de rabia, el marqués fue al hospital del Amor de Dios para ver al enfermo de rabia, quien se encontraba amarrado en una situación deplorable y consumido por la enfermedad. A la salida del hospital, se cruzó con el doctor Abrenuncio, un judío doctor erudito que permanecía junto a su caballo muerto. El marqués lo invitó a pasar a su carroza y lo cuestionó sobre la rabia y el estado del paciente. Abrenuncio recomendó que debían matar al enfermo como buenos cristianos para detener su sufrimiento, pues ya no había cura, pero aclaró que algunos podían no contraer la rabia pese a la mordida.
El marqués dejó al doctor en su casa y cuando éste regresó a su hacienda le ordenó a su criado Neptuno, recoger el caballo del doctor para darle sepultura y le pidió que le regalara su mejor caballo del establo.
Bernarda se aplicaba lavativas de consuelo por sus males y excesos, sobre todo por el incendio de sus vísceras. Nada quedaba entonces de lo que fue de recién casada y cuando concebía aventuras comerciales hasta que conoció a Judas Iscariote, un esclavo que compró porque lo deseaba y le gustaba mucho. Bernarda enloqueció por él, lo bañó en oro, con cadenas, anillos y pulseras, creyó morir cuando se enteró de que se acostaba con todas, pero finalmente se conformó con las sobras.
Una tarde, Dominga de Adviento los descubrió haciendo el amor pero Bernarda le prohibió comentar algo. El marqués, si es que sabía, se hacía el desentendido y Sierva María estaba tan olvidada, que un día, cuando Bernarda regresaba de parranda, confundió a su hija con otra persona.
Cuando el marqués regreso del hospital del Amor de Dios, estaba completamente determinado a tomar las riendas de la casa, pues cuando Bernarda sucumbió en sus vicios y Dominga de Adviento murió, los esclavos se infiltraron a la casa y había un total descontrol de las cosas. Lo primero que hizo fue devolverle a la niña el dormitorio de su abuela la marquesa, de donde Bernarda la había sacado para que durmiera con los esclavos.
Después espantó a los esclavos que dormitaban y amenazó con azotes a los que volvieran a hacer sus necesidades en los rincones o jugaran suerte y azar en los aposentos clausurados.
Sierva María se resistió cuando su padre la llevó en brazos la dormitorio y le aclaró a los esclavos que ella viviría en la casa y no con ellos. La niña no le contestaba ni miraba a su padre. A la mañana siguiente, el marqué fue a revisar la habitación de su hija y esta se había ido a dormir con las esclavas por su costumbre.
El marqués le encargó a Caridad del Cobre, la mulata que acompañó a la niña el día en que la mordió el perro, el cuidado de la niña como si fuera Dominga de Adviento. Le pidió que le diera informes del comportamiento de su hija y que le impidiera traspasar la cerca de espinos que haría construir entre el patio de los esclavos y el resto de la casa.
A la mañana siguiente, el marqués fue muy temprano a casa del doctor Abrenuncio para pedirle que examinara a su hija. El doctor estaba muy agradecido por el caballo nuevo y lo acompañó para examinar a Sierva María. Bernarda desaprobaba la presencia del doctor judío, pero no fue un impedimento para que Abrenuncio viera a la niña. Durante el examen médico, la niña mintió constantemente y parecía estar muy sana a excepción de un extraño olor a cebolla. Caridad del Cobre le reveló al marqués que la niña se había entregado en secreto a las ciencias de los esclavos y la encerraban desnuda en la bodega de cebollas para destruir el maleficio del perro.
Abrenuncio pensó que la herida estaba lejos del cerebro y poco profunda, por tanto, podía estar libre de rabia. El marqués había decidido apelar al hospital y cuidarla en casa. Mientras tanto, el doctor le recomendó darle todo cuanto pudiera hacerla feliz, pues no hay medicina que cure lo que la felicidad no puede curar.
BIOGRAFÍA DEL AUTOR
Gabriel García Marquez nació en Aracataca, Colombia en el año de 1928 Novelista colombiano. Afincado desde muy joven en la capital de Colombia, Gabriel García Márquez estudió derecho y periodismo en la universidad Nacional e inició sus primeras colaboraciones periodísticas en el diario El Espectador.
A los veintisiete años publicó su primera novela, La hojarasca, en la que ya apuntaba los rasgos más característicos de su obra de ficción, llena de desbordante fantasía. A partir de esta primera obra, su narrativa entroncó con la tradición literaria hispanoamericana, al tiempo que hallaba en algunos creadores estadounidenses, sobre todo en William Faulkner, nuevas fórmulas expresivas.
Comprometido con los movimientos de izquierda, Gabriel García Márquez siguió de cerca la insurrección guerrillera cubana hasta su triunfo en 1959. Amigo de Fidel Castro, participó por entonces en la fundación de Prensa Latina, la agencia de noticias de Cuba. Tras la publicación de dos nuevos libros de ficción, en 1965 fue galardonado en su país con el Premio Nacional.
Sólo dos años después, y al cabo de no pocas vicisitudes con diversos editores, García Márquez logró que una editorial argentina le publicase la que constituye su obra maestra y una de las novelas más importantes de la literatura universal del siglo XX,Cien años de soledad.
La obra, en la que trabajó más de veinte años, recrea a través de la saga familiar de los Buendía la peripecia histórica de Macondo, pueblo imaginario que es el trasunto de su propio pueblo natal y al tiempo, de su país y su continente. De perfecta estructura circular, el relato alza un mundo propio, recreación mítica del mundo real de Latinoamérica que ha venido en llamarse «realismo mágico», por el encuentro constante de elementos realistas con apariciones y circunstancias fantasiosas. Esta fórmula narrativa entronca con la tradición literaria latinoamericana, iniciada con las crónicas de los conquistadores, plagadas también de leyendas y elementos sobrenaturales originados por el profundo choque entre el mundo conocido y la cultura de los españoles que emigraban y la exuberante y extraña presencia del continente latinoamericano.
Tras una temporada en París, en 1969 se instaló en Barcelona, donde entabló amistad con intelectuales españoles, como Carlos Barral, y sudamericanos, como Vargas Llosa. Su estancia allí fue decisiva para la concreción de lo que se conoció como boom de la literatura hispanoamericana, del que fue uno de sus mayores representantes.
En 1972 Gabriel García Márquez obtuvo el Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos, y pocos años más tarde regresó a América Latina, para residir alternativamente en Cartagena de Indias y Ciudad de México, debido sobre todo a la inestabilidad política de su país.
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